La desacidificación del cuerpo es un proceso que nos permitirá recuperar la sensación de bienestar y deshacernos de muchas molestas dolencias, como los problemas digestivos, el mal estado de la piel o las infecciones que a menudo nos acechan. Cada vez más personas se enfrentan al problema de la acidificación del organismo. Suele ser la consecuencia de una combinación de factores, siendo la mala alimentación la principal. La acidificación del organismo es la causa de muchas dolencias que perturban el confort de la vida. Y lo que es peor, un estado prolongado de acidificación puede suponer una pesada carga para el organismo y hacer que funcione mucho peor. Descubra cómo desacidificar su cuerpo con unos sencillos pasos.
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Acidificación: una dolencia común asociada a un estilo de vida poco saludable
El valorcorrecto del pH para el organismo humano es de 7,365. Esta reacción de la sangre garantiza el funcionamiento eficaz de los órganos internos, el bienestar y un estado general correcto de todo el cuerpo. Sin embargo, a menudo cometemos muchos errores nutricionales y llevamos un estilo de vida poco saludable, y esta es una forma fácil de alterar el pH del cuerpo.
Laacidificación es una situación en la que se altera el equilibrio ácido-base del organismo. Cuando hay un predominio significativo de productos ácidos en nuestra dieta (su pH es inferior a 7), el cuerpo deja de ocuparse de la eliminación natural del exceso de ácidos. Como resultado, se agrava toda una serie de síntomas angustiosos. Sin embargo, una mala dieta no es la única razón posible para la acidificación del cuerpo, en la parte posterior del artículo usted aprenderá acerca de todas las causas potenciales de este fenómeno.
La acidificación es uno de los males más comunes del carácter de la civilización. El principal culpable de este estado del organismo es nuestro estilo de vida, es decir, lo que comemos, el entorno en el que nos desenvolvemos y las sustancias nocivas con las que entramos en contacto (y en qué cantidad).
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Por ejemplo, a menudo comemos demasiados productos de trigo, azúcar, productos lácteos y carne. Tomamos varios cafés y tés cada día y, para colmo, nos movemos poco. A cambio, no ofrecemos al cuerpo nada más para contrarrestar estos comportamientos nocivos. Pronto resulta que un ambiente ácido domina en nuestro sistema y comienzan los problemas…
Un organismo acidificado responde rápidamente con infecciones bacterianas, víricas y fúngicas cada vez más frecuentes y otras dolencias. Nos sentimos cada vez más débiles y lentos, aparecen problemas de piel y sólo podemos soñar con perder peso. El cuerpo simplemente no coopera. ¿Qué se puede hacer al respecto?
Acidificación: las causas
Nuestro organismo está dotado por naturaleza de ciertos mecanismos de regulación, que normalmente se encargan del equilibrio ácido-base en el cuerpo. Estos guardianes de la homeostasis en el cuerpo son, entre otros, los riñones, el hígado y los pulmones, que, a través del proceso de filtrado, conducen a una eliminación sistemática de los ácidos del cuerpo.
Por desgracia, si hay un exceso muy grande o persistente de ácidos en el cuerpo, los riñones, el hígado y el tracto respiratorio no pueden seguir el ritmo para neutralizarlos. Por lo tanto, el equilibrio ácido-alcalino se altera y los órganos se deterioran.
¿Cuáles son las principales causas de la acidificación?
- Dieta inadecuada. Demasiados productos ácidos en la dieta y pocos productos alcalinos. Es decir, demasiada comida procesada, azúcares simples, carne, productos de harina, productos lácteos y poca fruta y verdura.
- Demasiados estimulantes. El café, el alcohol, los cigarrillos… todos estos estimulantes, especialmente cuando se usan en exceso y con mucha frecuencia, son una carga para nuestro cuerpo. No sólo provocan una alteración del equilibrio ácido-base en el organismo, sino que también contribuyen a una mayor acumulación de toxinas, al empeoramiento del trabajo del sistema cardiovascular y al aumento del nivel de radicales libres nocivos en el organismo.
- Estancia frecuente en un entorno contaminado, contacto frecuente con productos químicos.
- Falta de actividad física. El sedentarismo es un gran enemigo de un cuerpo sano. Uno de los efectos negativos de hacer poco ejercicio en la vida cotidiana, además de la lentitud del metabolismo y el fácil aumento de peso, es la acidificación del organismo.
- Demasiado esfuerzo físico. Resulta que no sólo la inactividad, sino también una actividad demasiado intensa y de gran esfuerzo puede afectar a la acidificación del organismo.
- Un ritmo de vida demasiado intenso y rápido. El exceso de trabajo, las obligaciones excesivas, la falta de sueño y el descanso insuficiente, así como el estrés y la tensión nerviosa frecuentes, son otros factores que pueden contribuir a la acidificación del organismo.
- Siguiendo estrictas dietas de adelgazamiento, así como la deshidratación, muy poca agua en el menú diario.
Síntomas de la acidificación del cuerpo
Los síntomas más comunes de la acidificación son:
- dolores de cabeza,
- mareos,
- dolores musculares,
- falta de energía, fatiga constante, somnolencia,
- debilidad, apatía,
- problemas de concentración,
- problemas de memoria,
- irritabilidad,
- una sensación de pesadez,
- ganar peso fácil y rápidamente,
- disminución de la inmunidad, infecciones frecuentes, resfriados y reacciones alérgicas,
- calambres,
- dolores de estómago, trastornos del apetito, diarrea, náuseas, acidez, vómitos, flatulencia, estreñimiento, problemas intestinales,
- mal sabor de boca,
- reumatismo, artritis,
- Deterioro de la piel (por ejemplo, piel seca, granos, gris, tez apagada),
- pérdida de cabello, empeoramiento del aspecto del cabello,
- deterioro de las uñas (uñas finas, débiles y quebradizas),
- ojeras,
- Desencanto general, malestar.
Desacidificación – 5 formas efectivas
Inicie una dieta de desacidificación: ¡coma sano y verde!
¿Cómo desacidificar el organismo? La dieta de desacidificación (también conocida como dieta alcalina o dieta alcalinizante) nos ayudará a hacerlo. Si se utiliza con regularidad, es una forma muy eficaz de desacidificar el cuerpo. No es una dieta difícil, cara o que requiera mucho tiempo, es más, no debería causarnos ningún problema. El efecto de la eliminación permanente de los síntomas persistentes y la mejora general de la salud, el bienestar y el funcionamiento del organismo es el mejor argumento a favor de la aplicación de una dieta de desacidificación.
La dieta de desacidificación consiste en una reducción significativa de productos acidificantes a expensas de productos desacidificantes (alcalinos). Estos últimos deberían constituir entre el 70 y el 80% de nuestro menú. Aunque no siempre es posible alcanzar este 70-80%, debemos intentar que los productos desacidificantes (alcalinos) aparezcan en todas las comidas del día y, en general, lideren nuestro menú.
¿Cómo comer para desacidificar el cuerpo? Debes empezar cada día con un vaso de agua tibia y zumo de limón, que, aunque tenga un sabor agrio, es en realidad un producto alcalino. Hacemos unas 5 comidas al día, procurando que en nuestros platos predominen siempre los productos desacidificantes.
Aquí tiene una lista de productos acidificantes y desacidificantes:
Productos acidificantes (formadores de ácido):
- margarinas y aceites refinados,
- café, té,
- dulces,
- aperitivos salados, como las patatas fritas,
- salsas como el ketchup, la mostaza o la mayonesa,
- productos de cereales,
- arroz,
- productos de harina blanca (por ejemplo, pan, pasta),
- bebidas coloreadas y azucaradas,
- comidas preparadas, comida rápida,
- la carne (especialmente la carne frita),
- pescado,
- productos cárnicos y de pescado procesados,
- salchichas,
- productos lácteos, huevos,
- miel, azúcar, mermelada, helado.
Productos desacidificantes (alcalinizantes):
- verduras, legumbres y hortalizas (por ejemplo, remolacha, apio, brócoli, pepino, habas, guisantes, pimientos, tomate, calabacín, espinacas, lechuga, botánicos, perejil, berros, col rizada)
- fruta (por ejemplo, naranjas, mandarinas, limones, pomelos, kiwi, fresas, melones, papaya, manzanas, peras, grosellas, grosellas espinosas, uvas, aguacates)
- mijo,
- grañones de trigo sarraceno,
- almendras,
- aceite de coco,
- aceite de oliva,
- aceites no refinados (por ejemplo, aceite de linaza, aceite de semilla de calabaza, aceite de cardo, aceite de onagra).
Nota importante: aunque los productos lácteos, los huevos, los productos de cereales, el pescado y la carne se encuentran entre los productos acidificantes, no tenemos que renunciar a ellos por completo, ya que son necesarios en una dieta equilibrada. Sólo es necesario mantener las proporciones adecuadas en su consumo, reducir su cantidad y comerlos junto con verduras y frutas. Sin embargo, debemos evitar definitivamente los productos más acidificantes, es decir, los platos preparados, los dulces, los platos grasos y de harina, los alimentos muy procesados.
Para intensificar los procesos de desacidificación, también vale la pena añadir al menú diario infusiones de hierbas (por ejemplo, de purgatorio, diente de león, ortiga) y zumos sin azúcar y cócteles de frutas y verduras.
Mantenga su cuerpo correctamente hidratado: ¡beba muchos líquidos saludables!
La prioridad en el proceso de desacidificación es proporcionar a su cuerpo abundantes líquidos. Es mejor beber agua, zumos naturales o infusiones porque el café y el té negro son líquidos acidificantes. Se recomienda añadir limón al agua, ya que esta bebida estimula el metabolismo y tiene propiedades diuréticas y depurativas. También se recomienda beber agua con vinagre de sidra de manzana antes de cada comida, o té verde extremadamente saludable.
La ingesta diaria de agua recomendada para las personas que desean desacidificarse es de 1,5 a 2 litros. Además del agua, otros líquidos recomendados son:
- té blanco,
- té verde,
- tés de frutas (por ejemplo, de hibisco),
- infusiones de hierbas,
- agua con adición de zumo de fruta recién exprimido (por ejemplo, de pomelo o naranja),
- yerba mate,
- zumos de fruta sin azúcares añadidos ni jarabes de glucosa-fructosa,
- zumos de verduras,
- zumos de verduras y frutas o batidos de verduras con una batidora.
Tome suplementos con efecto desacidificador.
Una muy buena manera de desacidificar el cuerpo es utilizar suplementos dietéticos destinados a restablecer el equilibrio correcto entre los ácidos y las bases en el sistema. Los preparados con algas preciosas, como la chlorella y la espirulina, merecen una atención especial. Desacidifican perfectamente nuestro organismo y, además, nos limpian eficazmente de toxinas, a la vez que aumentan nuestra inmunidad y nos dan vitalidad.
Uno de los mejores productos de algas para la desacidificación y desintoxicación es Spirulin Plus. La fórmula combina inteligentemente el poder de la espirulina con la fuerza de varios otros ingredientes vegetales, lo que hace que su acción sea más completa y fuerte.
Spirulin Plus contiene dos tipos de algas: espirulina y clorela, así como ortiga, diente de león, té verde, alfalfa y zinc. Dicha composición garantiza la eliminación eficaz de las toxinas del cuerpo y, al mismo tiempo, la desacidificación eficaz y la reducción de la hinchazón.
El suplemento acelera el metabolismo, gracias a lo cual las grasas y los hidratos de carbono se queman más rápidamente y todas las sustancias nocivas se excretan del cuerpo con mayor eficacia. Gracias a estas propiedades, el preparado conduce a la reducción del exceso de peso, al adelgazamiento de la figura y a una reparación integral de la salud.
Además, Spirulin Plus aumenta la inmunidad, da energía y hace que mejore el estado del cabello, la piel y las uñas. El preparado es completamente natural y no causa ningún efecto secundario desagradable. Los usuarios de Internet suelen informar de los resultados satisfactorios del tratamiento Spirulin Plus.
Además de deshacerse del exceso de agua, se produce un notable salto de vitalidad, como si el cuerpo despegara de repente. Los internautas escriben que se sienten más ligeros, más sanos, con mejor humor, y todo ello tras un máximo de 90 días de tratamiento.
La suplementación con Spirulin Plus es una excelente opción cuando se desea acelerar e intensificar los efectos de desacidificación y limpieza, y cuando no se dispone de tiempo suficiente para ajustar la dieta para incluir productos 100% alcalinizantes y eliminar los que forman ácido.
Aumentar el nivel de actividad física
Elmovimiento es bueno para todo, así que también en el caso de la acidificación será un gran apoyo para nosotros. La actividad física elimina eficazmente los ácidos, los productos metabólicos innecesarios y las toxinas que se eliminan del cuerpo con el sudor.
Por supuesto, no es necesario correr maratones ni lanzarse a un entrenamiento duro tipo crossfit. De hecho, debemos evitar los entrenamientos excesivamente extenuantes y agotadores que conducen a la sobrecarga del cuerpo. Lo más recomendable es la actividad física moderada, que puede aumentarse gradualmente a medida que aumenta nuestra condición y capacidad. Lo mejor es hacer ejercicio 4-5 veces a la semana. Comience con sesiones de 20-25 minutos, que pueden ampliarse gradualmente (hasta unos 45-50 minutos).
Cualquier tipo de deporte es bueno, pero es importante que se adapte a su edad, a sus capacidades motrices y a su estado de salud. A veces basta con largos paseos o el popular nordic walking.
La actividad física regular no sólo intensifica los efectos de la desacidificación, sino que también hace que nuestra circulación mejore, que nuestro corazón funcione mejor y que todo el organismo se despierte para trabajar. Nuestro metabolismo empieza a funcionar de forma más eficiente y el tejido graso excesivo, si lo hay, empieza a desaparecer de nuestro cuerpo antes.
Descansa lo suficiente y reduce el estrés.
El estrés es un factor acidificante, especialmente el estrés prolongado y severo. El estrés provoca la secreción de cortisol, una hormona que centra el cuerpo sólo en la lucha por la supervivencia. Hace que el cuerpo comience a funcionar mal, incluyendo la acidificación. No es fácil, por supuesto, pero merece la pena intentar eliminar algunos de los factores de estrés de tu vida. Además, puedes trabajar en formas de calmarte y tranquilizarte, como la meditación, un buen libro, el yoga o la música.
Para desacidificar eficazmente el organismo, hay que recordar también que hay que cuidar el buen estado mental a diario, no sobrecargarse de trabajo, no vivir la vida a una velocidad demasiado alta y dedicar un tiempo adecuado al sueño (unas 7-8 horas).
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